viernes, 30 de mayo de 2014


Hipoterapia en niños con TDAH











Diego es un niño de 10 años residente del barrio madrileño de Vallecas que a mitad de su vida fue diagnosticado con TDAH (trastorno del déficit de atención con hiperactividad). 
Sus padres, tras varios años de diversas terapias y el consentimiento de sus médicos, hace apenas dos meses, decidieron apoyar su tratamiento con hipoterapia en nuestro centro asociado Club de Campo Valgrande, a tan sólo 30 minutos de su casa.

Desde entonces, Diego realiza con nosotros una sesión semanal individual de aproximadamente 45 minutos a 1 hora, donde trabajamos aspectos como la autoestima, los miedos, la empatía, la rutina, la tolerancia a la frustración y el foco de atención entre otros. También, a lo largo de las sesiones, hemos creído necesario incluir en algunas momentos la participación de sus padres, ya que cualquier tipo de trastorno, no sólo afecta al niño sino a quienes viven con él. Por eso, realizamos ejercicios similares a los que desarrollamos en nuestros talleres de desarrollo personal, de manera que ellos mismos pudieran ver de manera muy gráfica el funcionamiento de su sistema familiar y así pudieran potenciar la comunicación y relación entre ellos, para abordar de la manera más sana posible su día a día. 

Si bien a Diego le queda un gran camino por recorrer, le hemos propuesto a Nuria, su madre, que compartiera con todos nosotros su testimonio en nuestro blog, contándonos su intensa experiencia hasta el momento.

Desde ya muchas gracias por transmitirnos vuestra experiencia y animar a muchos a vivir esta terapia con nuestros queridos maestros los caballos.

Desde muy pequeñito, mi hijo ya mostraba algunos comportamientos  o síntomas que posteriormente le han llevado  a ser diagnosticado TDAH.
Era y en menor medida todavía es, un niño muy impulsivo, nervioso y agresivo. Los limites siempre le han costado mucho aceptarlos y asumirlos, queriendo imponer sus normas tanto con sus iguales como con los adultos.

Los cambios relacionados con las rutinas hacen que también tenga cambios emocionales muy bruscos, le alteran mucho, puede pasar días previos con ansiedad y nerviosismo.
Presenta cambios de humor sin motivo aparente. Se obsesiona mucho por cualquier cosa llegando a sufrir crisis de ansiedad donde contenerlo resulta muy difícil.

Mi niño es muy sensible,  después de pasar algún momento de tanta ansiedad y agresividad, una vez tranquilo y relajado, se siente muy mal, pide perdón y se machaca verbalmente por lo que ha hecho, culpándose por sus conductas inadecuadas. Todo esto le ha llevado a tener una baja autoestima y valoración personal. Se siente muchas veces atacado, ya sabemos además como se comporta la sociedad con estos niños, y  ha llegado a presentar depresión infantil.
A los tres años de edad empezó a recibir ayuda psicológica, posteriormente fuimos derivados al hospital Niño Jesús, a Neurología y, se le diagnostico Déficit de Atención con Hiperactividad subtipo combinado después del análisis del conjunto de las pruebas realizadas , se le empezó a medicar con Concerta 18mg como no había mucha mejoría se empezó a aumentar la dosis. De Neurología nos derivaron a Psiquiatría y pasamos por otros fármacos, Risperidona, Rubifén, no consiguiendo los efectos que se esperaban, decidieron ingresarlo en la Unidad de Psiquiatría Hospitalaria del Niño Jesús, en el hospital de día para llevar una observación exhaustiva de él.

Muchos años de lucha, empezamos con tres añitos y ahora con 10 todavía seguimos pero ahora con otra actitud porque estamos mucho mas encaminados y seguros. Han sido años desesperantes, donde en ocasiones su padre y yo nos hemos vito sin saber qué hacer, sin ayudas de ningún tipo, rodeados de pruebas y con muchos posibles diagnósticos que nos desconcertaban aún más. Y lo más duro sabiendo que tu hijo lo está pasando mal, que no sabe qué le pasa, porque se comporta así, y que no es lo feliz que debiera ser, rechazado en ocasiones por sus iguales y digo sólo en ocasiones porque la gran suerte que si ha tenido mi hijo es estar en el cole donde está que no se han cansado nunca de él y han mediado siempre.
El día a día con mi niño, resulta en alunas ocasiones muy complicado, su padre y yo hemos pasado por muchas etapas, nos costó asimilarlo y en alguna ocasión hemos creído que ya no podíamos más, estábamos agotados de todo. Pero a su vez, ver el esfuerzo que mi hijo hace, luchando contra sus impulsos y el corazón tan grande que tiene, nos empuja para seguir adelante.

Al ver que todo se quedaba corto, que el niño estaba cansado de tanta parte médica, decidimos probar con terapias alternativas, probamos algunas que también nos fueron muy bien, pero nos comentaron lo de la Hipoterapia, nos informamos y nos encantó, ya que es una terapia muy completa y encima en plena naturaleza, en el campo y con estos bellísimos animales, los caballos.

Nunca había tenido contacto directo con caballos, había montado en ellos en alguna ocasión en excursiones realizadas con el colegio. Pero siempre ha mostrado mucho interés por los animales, de hecho cuando cumplió los ocho años le regalamos un perrito con el que demuestra mucho afecto y cuidado, aunque en ocasiones le cuesta controlar poniéndose un poco nerviosos el uno al otro.

Desde que Diego ha empezado su relación con los caballos, su padre y yo hemos visto un niño mucho más sonriente, feliz, muestra más sus emociones, se empieza a quitar ese caparazón de niño “duro, malote y hermético” donde  nadie puede ver lo que piensa y siente, porque a nadie le importo, total si ven van a atacar (vuelvo a insistir, así es esta sociedad de juzgona). Ahora lo ve de otra manera, se siente más valorado y valioso. Está muy motivado , deseando que llegue ese momento, de ponerse en frente de su caballo y trabajar con él. Se concentra mejor a mejorado su autocontrol corporal, le cuesta menos realizar hábitos y rutinas y esta menos cabreado con el mundo.

Su padre y yo también hemos experimentado los beneficios de esta terapia, realizamos un taller donde pudimos ver reflejado de manera inmediata los roles y la manera de actuar que tenemos cada uno ante situaciones que se nos presentan, un reflejo de nuestra vida familiar.
Quedamos verdaderamente sorprendidos, es un feedback  inmediato, algunas cosas ya las sabíamos porque llevamos una trayectoria muy larga con psicólogos, psiquiatras, etc, pero vimos otras muchas que se nos escapaban.
Todo lo que vivimos delante del caballo posteriormente nos ha hecho reflexionar, recapacitar y evolucionar, nos ha movido muchas emociones y nos ha ayudado a comprendernos y a conocernos mucho mejor.
Además fue una experiencia muy emotiva, divertida, un espacio que compartimos los tres, nuestro momento.
Nos ha ayudado no sólo a nuestro desarrollo familiar sino también personal, hemos visto nuestro  nivel de confianza, nuestros miedos y limitaciones, nuestra rigidez en ocasiones y como se comporta mi niño ante todo esto y las respuestas nuestras.

Gracias a la Hipoterapia nos volvemos a ver confiados, seguros y acompañados, volvemos a creer que con un poco de ayuda todo va ir para adelante, que mi hijo va ser feliz y sobretodo que le va ayudar a ser fuerte ante una sociedad que les hace aparentar ser niños débiles, perdidos, niños maleducados.

Gracias a estos dos grandísimos terapeutas que nos han devuelto la sonrisa que en ocasiones ya no  mostrábamos. Gracias a estos bellísimos animales, los caballos  por su paciencia, empatía y por todo lo que te devuelven, y por supuesto gracias a mi hijo, que es el mejor niño que hemos podido tener y que gracias a él nos está ayudando a evolucionar y a ver la vida de otra manera. Le queremos con todo nuestro corazón. Te amamos, hijo.



viernes, 16 de mayo de 2014

WCADHD 2013: Investigadores comparan los síntomas de TDAH de niños con los de sus padres biológicos

En el congreso WCADHD 2013, celebrado en junio de 2013 en Milán, Italia, investigadores eslovenos presentaron su póster que comparaba los síntomas de TDAH de niños con los de sus padres biológicos.
Evaluaron a 45 niños en un grupo clínico y a 50 niños en un grupo de control, así como a ambos progenitores en los dos grupos. Mediante diversas escalas, determinaron que los niños con TDAH expresaban más síntomas emocionales y de comportamiento y un comportamiento más agresivo que los niños del grupo de control. Es más, también se producía una expresión más intensa de los síntomas de TDAH en los padres de los niños con TDAH a lo largo de toda su vida, mientras que las madres expresaron los síntomas de TDAH considerablemente más durante su niñez. 
Según los investigadores, la expresión paternal de síntomas de TDAH se correspondía con la expresión de síntomas de TDAH en los niños con TDAH. La externalización de los síntomas en niños se correspondía con la expresión de síntomas en ambos progenitores.

Casi uno de cada tres niños autistas sufre también TDAH


De acuerdo con un estudio estadounidense, los trastornos del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) suelen ser concurrentes. Los niños que padecen ambas enfermedades sufren deficiencias significativamente mayores en las funciones cognitivas, sociales y adaptativas, según informan los investigadores en la revista Autism: The International Journal of Research and Practice.
Estudios anteriores ya sugerían la simultaneidad de los TEA y el TDAH, aunque sus resultados se basaban en pacientes cuyos padres habían solicitado atención médica. Sin embargo, los científicos afirman que en este estudio, realizado en el Kennedy Krieger Institute, se ha excluido este tipo de sesgo.
En el estudio prospectivo longitudinal participaron 162 niños de cuatro a ocho años que se dividieron en grupos con TEA y sin TEA. En 18 de los 63 niños que sufrían TEA (es decir, el 29%), los padres también habían observado síntomas clínicamente significativos de TDAH.
Según los científicos, las deficiencias en el funcionamiento cognitivo y social y en el comportamiento ante situaciones cotidianas de los niños con ambos trastornos eran significativamente mayores que las de aquellos que solo sufrían TEA. El 61% de los niños con TEA/TDAH presentaban retrasos en el desarrollo cognitivo, en comparación con el 25% en los niños que solo sufrían TEA. También mostraron los manierismos del autismo más graves.
"La simultaneidad de ambos trastornos es cada vez mayor, por lo que una mejor comprensión de la forma en la que se relacionan entre sí podría en última instancia mejorar los desenlaces clínicos y la calidad de vida de este subgrupo de niños", afirma la investigadora principal, Rebecca Landa. Los resultados del estudio sugieren que los niños con ambos trastornos necesitan métodos diferentes y un tratamiento más intensivo.e

Índices de TDAH inferiores en regiones soleadas


El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es en parte hereditario, pero hay otros factores que también desempeñan una función importante. Un grupo de investigadores de Holanda y Estados Unidos han identificado un nuevo factor. Los datos estadísticos indican que la intensidad de la luz solar también está relacionada con la prevalencia del TDAH, según se indica en un artículo publicado en la revista Biological Psychiatry.
El análisis de una serie de datos de Estados Unidos y otros nueve países indica que en las regiones donde la intensidad de la luz solar es alta hay una menor prevalencia del TDAH, lo que indica que una intensidad alta de la luz solar puede tener un efecto “protector” frente al TDAH.
Es necesario realizar estudios adicionales, incluida una reproducción prospectiva de estos resultados, destacan los investigadores. También es importante tener en cuenta que estos datos solo reflejan una relación, y no una causa, entre el TDAH y los niveles de intensidad solar, por lo que los padres preocupados no tienen que empezar a hacer planes para irse a vivir a otro sitio.

martes, 13 de mayo de 2014

ARPANIH Curso de Iniciación al TDAH - MAYO 2014


Curso de Iniciación al TDAH - MAYO 2014

"Iniciación al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad"

Fechas:
23 de mayo de 2014 - de 18:00 a 20:00 horas
24 de mayo de 2014 - de 9:00 a 14:00 horas.

Lugar:
Avda. de La Rioja, 12, 2º, puerta 3 - Logroño.

Costes:
* Familias asociadas: 30 euros euros por familia.
* No asociados: 40 euros por persona.

Abono:
Mediante ingreso en algunas de las cuentas:
* La Caixa: 2100.5571.97.210057164
* Ibercaja: 2085.5694.69.0330041984
Indicar nombre y apellidos y nº de socio (si procede)

El plazo finaliza el 21 de mayo de 2014.

martes, 6 de mayo de 2014

Las familias reclaman más preparación de los profesores para tratar el TDAH



Los expertos piden que los niños afectados reciban apoyo en clase, con el resto de compañeros

Diario de Zamora
Martínez-Maíllo, Del Estal y Gamo, charlan minutos antes del inicio del acto.
Martínez-Maíllo, Del Estal y Gamo, charlan minutos antes del inicio del acto. 
Familias y especialistas en el TDAH, es decir, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, reclaman juntos un cambio en el sistema educativo para minimizar los efectos de este trastorno en los más pequeños. Así se ha dejado latente en la inauguración de la I Semana Zamorana del TDAH, que reúne en la capital a expertos en la dolencia durante los próximos días de la mano de la Asociación Azadahi.

«El sistema educativo en sí mismo no es el problema, sino los métodos que se utilizan en el aprendizaje con los niños, porque a los alumnos hiperactivos les genera un nivel de trastorno que utilizando otros métodos se les pueden ahorrar», subraya José Ramón Gamo, director pedagógico del Centro CADE, especializado en el TDAH.


En su opinión y de acuerdo con los últimos estudios realizados, los niños afectados no deben salir de las aulas para ser tratados por especialistas durante las horas de clase. «De forma paradigmática se constata que los métodos que se implementan con los niños en el aula son eficaces con toda la población escolar, lo que implica que no se debe sacar a los niños de las aulas, porque es lo que se hace ahora y se sabe que no es eficaz, el fracaso escolar es muy alto en estos niños. No falla el sistema, sino los métodos», insiste el experto.


La solución que propone José Ramón Gamo es que las escuelas de Magisterio reformen el plan de estudios de los alumnos: «La referencia es el sistema finlandés, que ha conseguido una calidad educativa muy buena con la selección del profesorado, solo pueden ser los mejores y los más capacitados y preparados para la docencia», explica, mientras que considera importante también el reciclaje de formación con todos los que están ya en activo, «pero no solo tienen que saber sobre el TDAH, sino que hay dislexias, niños Asperger... es un trabajo arduo», reconoce.


Como representante de Azadahi, su presidenta, Nélida del Estal, destaca como principal problema a resolver la colaboración «entre las tres patas: la familia, el entorno sociosanitario y educación. En Zamora lo que más falla es el tema educativo, la sanidad está muy controlada, pero en los colegios seguimos teniendo muchísimos problemas por el desconocimiento que tienen muchos profesores del trastorno», lamenta como madre afectada, y explica que aunque existe un protocolo de actuación en Castilla y León para estos casos, «como no es vinculante no se está obligado a seguirlo o aplicarlo».


A pesar de que la actual situación de austeridad de las administraciones públicas en lo que a programas sociales se refiere impide que se pueda poner en marcha algo eficaz a corto plazo, del Estal valora que ya se estén dando los primeros pasos, «la Lomce contempla los alumnos TDAH como estudiantes con necesidades especiales y eso va a ayudar, aunque en realidad hacen falta medios y ahora es complicado», lamenta.


Durante la mañana de ayer la Federación Castellano-Leonesa de TDAH realizó en el Colegio Universitario una jornada de trabajo en la que participaron 24 personas procedentes de las diez asociaciones federadas de la región, más dos que están en trámites para hacerlo.


Azadahi ha sido la anfitriona en esta ocasión de una cita que pretende «sumar esfuerzos, porque podemos hacer mucho más todos juntos para conseguir cosas de la administración», subraya del Estal, que aunque es consciente de que queda mucho trabajo por hacer, «las asociaciones ayudan a las familias a guiarse, porque llegan con el diagnóstico en la mano y no saben qué hacer, la asociación les arropa y estar con gente a la que le pasa lo mismo ayuda mucho, no solo en este trastorno, sino en todos», afirma.


Entre el 3 y el 7% de la población escolar padece TDAH, y aunque según explica Gamo «parece que hay un boom con lo de la hiperactividad, lo cierto es que ahora no hay más, sino que los niños tienen más trastornos por el entorno en el que se desenvuelven, baja supervisión de padres, vivir en grandes ciudades... que hacen que sus trastornos sean más llamativos y tengan más repercusión», asegura. Además, dentro de los niños afectados, el 70% presenta también otros trastornos. El 40%, por ejemplo, tiene TDAH acompañado de dislexia.


Los actos continúan durante toda la semana próxima, que comienza el lunes con una mesa redonda en La Alhóndiga con profesionales de la psicología, los servicios sociales y las asociaciones.


viernes, 2 de mayo de 2014

Dificultades conductuales en el alumno con tdah

Misterio de educación cultura y deporte de España


Dificultades conductuales

Los problemas conductuales son, junto a los académicos, las grandes secuelas del TDAH. El ámbito escolar es un entorno difícil para las y los afectados por el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, ya que su sintomatología se traduce en dificultades para permanecer sentados, prestar atención, seguir una disciplina, organizarse o controlar su impulsividad y sus emociones. Cuando las dificultades para controlar la impulsividad, las emociones o la frustración adquieren una intensidad y frecuencia severas y una persistencia a lo largo del tiempo, es difícil determinar si ya son características propias del TDAH o si pasan a conformar trastornos comórbidos con entidad propia, es decir, asociados al TDAH, como ocurre con el trastorno negativista desafiante (TND) -también conocido como trastorno oposicionista desafiante (TOD)- o el trastorno de conducta (TC).
El TOD o TND se caracteriza por una reticencia a obedecer, con actitudes desafiantes y una habitual interpretación negativa de los estímulos que recibe y que superan con diferencia la conducta infantil normal, esto es, lo esperado para la edad y desarrollo del afectado/a.
El trastorno de conducta (TC) es un trastorno más grave, caracterizado por un patrón reiterativo de conductas desobedientes más severas y hostiles hacia las figuras de autoridad, con una impulsividad más acentuada y con un comportamiento cruel o agresivo hacia personas o animales, trasgresión de las normas sociales, ausencia de sensibilidad hacia los sentimientos del prójimo, un carácter manipulador, vandalismo o destrucción de la propiedad, etc. Estos niños, niñas y adolescentes perciben a los demás como adversarios con intenciones hostiles y prestan más atención a los estímulos agresivos de su entorno.
dif conductuales
Las investigaciones actuales parecen concluir que desequilibrios neurobiológicos en la producción de ciertos neurotransmisores y una alteración en las funciones ejecutivas (en la autorregulación de las emociones, la inhibición de la impulsividad, la inatención, etc.) y de otros factores psicológicos (inmadurez, pobres estrategias para la resolución de problemas sociales, etc.) subyacen tanto en el TDAH como en los otros dos trastornos que nos ocupan, TND y TC, ya que todos ellos comparten también otros factores genéticos.
En el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, las dificultades ocasionadas por sus funciones ejecutivas afectan a la capacidad de los afectados y afectadas para responder de manera adaptativa al entorno.
Ya hemos visto en el capitulo anterior como la alteración de la memoria de trabajo dificulta prever las consecuencias de los actos o aprender de experiencias anteriores. También entorpece la comprensión de las instrucciones y la capacidad de mantenerlas en la mente mientras se realizan las tareas. El déficit de atención impide atender adecuadamente a la información relevante y la falta de inhibición empuja a estas personas a comportarse de manera impulsiva e irreflexiva. Estas disfunciones cognitivas dan lugar a una serie de conductas disruptivas que el resto interpretamos como oposicionistas y desafiantes.
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Por tanto, partiendo del hecho de que la conducta inadecuada del alumnado con TDAH está causada por un retraso madurativo de ciertas áreas cerebrales y en consecuencia, por una disfunción de aquellas habilidades cognitivas que estas áreas desarrollan, los adultos debemos interpretar las conductas disruptivas como una incapacidad para activar estas habilidades ejecutivas en el momento necesario. 
Los chicos y chicas con TDAH se comportan de un modo inmaduro, más infantil que lo esperado a su edad y desarrollo, en comparación con sus pares y su conducta impulsiva no suele ser intencionada ni con un objetivo manipulador. Son personas muy dependientes, tanto de la estimulación del entorno como de los adultos y su comportamiento también responde a su necesidad de ser el centro de atención, a pesar de que se les regañe.

Pueden ser inestables y tener frecuentes cambios de humor que, a edades infantiles se manifiestan con frecuentes rabietas. Es habitual que sean desobedientes, oposicionistas e incluso agresivos/as. Por su impulsividad e incapacidad para prever las consecuencias no son conscientes del peligro, llevando a cabo conductas arriesgadas, aunque es realmente la falta de control lo que causa estas actitudes.
Un niño/a sin TDAH va a asegurarse de que nadie le vea pegar a otro compañero/a. Un niño/a con TDAH pegará de forma automática e impulsiva sin importarle si es visto por otros. Debemos entender que estos chicos y chicas no desean portarse mal pero, la mayoría de las veces, no pueden evitarlo. Cuando son conscientes, ya lo han hecho.
En estos casos, el papel de los adultos, tanto en la familia como en la escuela, es ayudarles a reconocer a tiempo este tipo de situaciones y enseñarles a reconducir su impulsividad de manera adecuada.
Con este alumnado debemos tener expectativas realistas y no podemos olvidar que necesitarán más tiempo y más esfuerzo que sus pares para el aprendizaje de las estrategias cognitivas y psicológicas. También debemos tener presente que, aunque les enseñemos estrategias para minimizar estas diferencias, pueden no estar en alerta para aplicarlas cuando las necesitan o no darse cuenta de qué estrategia es la más eficaz para la situación que viven en ese momento. 

Dificultades sociales alumno con tdah

Ministerio de educación, cultura y deporte de España

Dificultades sociales

dif.conductuales
Las habilidades sociales son otro de los grandes problemas de las y los estudiantes con TDAH, siendo más pobres y conflictivas, Esto no significa que ineludiblemente todos/as tengan dificultades sociales, ya que muchos cuentan con un número cuantioso de amistades, aunque sí es verdad que las dificultades en la interrelación con los otros son bastante habituales, sobre todo en niños, niñas y adolescentes con un TDAH predominantemente hiperactivo-impulsivo. Según el Dr. Russell A. Barkley, entre un 50 y un 70% de las personas con TDAH pueden tener problemas a la hora de relacionarse y, cerca de un 70% no tienen un "mejor amigo" a los 9 años. Y es que las dificultades sociales tienen una relación directa con la sintomatología propia de este trastorno. La hiperactividad, la impulsividad y la inatención, la escasa reflexividad, la alterada memoria de trabajo o la dificultad para regular las emociones, etc. dificultan:
  • La asimilación y generalización de las normas, que hacen difíciles, tanto las situaciones de juego como las de convivencia. Los niños y niñas con TDAH parecen no aprender las normas y que son poco respetuosos con ellas, por lo que se les castiga y alerta continuamente. La realidad es que les cuesta interiorizarlas y necesitarán más tiempo, persistencia y más refuerzo positivo que sus pares para lograrlo.

asimilacion

  • La interpretación de los signos sociales y el ejercicio de la empatía. Tienen dificultades para identificar las emociones ajenas y les suelen atribuir un significado malintencionado o agresivo. A esto hay que añadir la impulsividad de sus respuestas. Por ejemplo, si el profesor/a les pregunta si han hecho los deberes, pueden contestar de manera brusca y agresiva con un "¿por qué no iba a traerlos?, ¿crees que soy un vago?"; de la misma manera, un empujón accidental de un compañero/a puede tener para ellos una intención maliciosa.
  • Los niños y niñas con TDAH no manejan sus emociones adecuadamente. Sus reacciones son exageradas cuando tienen que controlar tanto sus emociones negativas, acompañadas frecuentemente con sentimientos de frustración, como las positivas cargadas de excitabilidad. Las situaciones poco frecuentes y novedosas, como salir al recreo, ir de cumpleaños o de excursión, les produce este tipo de descontrol. Igualmente, cuando las cosas no salen como ellos esperan, debido a su baja tolerancia a la frustración, se enfadan desmesuradamente pudiendo llegar a manifestarlo con accesos intensos de rabia y/o agresividad.
  • Son niños/as muy dependientes, con necesidad de reconocimiento social pese a que lo consigan de manera negativa. Por ello, no dudarán en dar la nota en cualquier situación, aunque se les reprenda. Tampoco reconocerán su culpa en las discusiones, ni serán conscientes de que su conducta puede haber sido excesivamente impositiva y autoritaria. Como consecuencia de esta serie de comportamientos, sus compañeros y compañeras evitarán jugar con ellos o sentarse a su lado en clase, agravándose así las circunstancias y quedando discriminados y aislados.
  • La demora de la gratificación y de los objetivos. Los niños, niñas y adolescentes con TDAH requieren objetivos y gratificaciones a corto plazo. Por esta razón, tampoco serán capaces de guardar un secreto o de hacer promesas. Su impulsividad y la aversión a la demora hacen que rechacen todo aquello que implique esperar a lo largo del tiempo, porque les supone mucho esfuerzo y requiere de entrenamiento, reflexión y planificación, habilidades de las que no disponen. 
lapiz roto

Respuesta educativa al alumno con tdah


Dificultades sociales

Ministerio de educacion cultura y deporte España
dif.conductuales
Las habilidades sociales son otro de los grandes problemas de las y los estudiantes con TDAH, siendo más pobres y conflictivas, Esto no significa que ineludiblemente todos/as tengan dificultades sociales, ya que muchos cuentan con un número cuantioso de amistades, aunque sí es verdad que las dificultades en la interrelación con los otros son bastante habituales, sobre todo en niños, niñas y adolescentes con un TDAH predominantemente hiperactivo-impulsivo. Según el Dr. Russell A. Barkley, entre un 50 y un 70% de las personas con TDAH pueden tener problemas a la hora de relacionarse y, cerca de un 70% no tienen un "mejor amigo" a los 9 años. Y es que las dificultades sociales tienen una relación directa con la sintomatología propia de este trastorno. La hiperactividad, la impulsividad y la inatención, la escasa reflexividad, la alterada memoria de trabajo o la dificultad para regular las emociones, etc. dificultan:
  • La asimilación y generalización de las normas, que hacen difíciles, tanto las situaciones de juego como las de convivencia. Los niños y niñas con TDAH parecen no aprender las normas y que son poco respetuosos con ellas, por lo que se les castiga y alerta continuamente. La realidad es que les cuesta interiorizarlas y necesitarán más tiempo, persistencia y más refuerzo positivo que sus pares para lograrlo.

asimilacion

  • La interpretación de los signos sociales y el ejercicio de la empatía. Tienen dificultades para identificar las emociones ajenas y les suelen atribuir un significado malintencionado o agresivo. A esto hay que añadir la impulsividad de sus respuestas. Por ejemplo, si el profesor/a les pregunta si han hecho los deberes, pueden contestar de manera brusca y agresiva con un "¿por qué no iba a traerlos?, ¿crees que soy un vago?"; de la misma manera, un empujón accidental de un compañero/a puede tener para ellos una intención maliciosa.
  • Los niños y niñas con TDAH no manejan sus emociones adecuadamente. Sus reacciones son exageradas cuando tienen que controlar tanto sus emociones negativas, acompañadas frecuentemente con sentimientos de frustración, como las positivas cargadas de excitabilidad. Las situaciones poco frecuentes y novedosas, como salir al recreo, ir de cumpleaños o de excursión, les produce este tipo de descontrol. Igualmente, cuando las cosas no salen como ellos esperan, debido a su baja tolerancia a la frustración, se enfadan desmesuradamente pudiendo llegar a manifestarlo con accesos intensos de rabia y/o agresividad.
  • Son niños/as muy dependientes, con necesidad de reconocimiento social pese a que lo consigan de manera negativa. Por ello, no dudarán en dar la nota en cualquier situación, aunque se les reprenda. Tampoco reconocerán su culpa en las discusiones, ni serán conscientes de que su conducta puede haber sido excesivamente impositiva y autoritaria. Como consecuencia de esta serie de comportamientos, sus compañeros y compañeras evitarán jugar con ellos o sentarse a su lado en clase, agravándose así las circunstancias y quedando discriminados y aislados.
  • La demora de la gratificación y de los objetivos. Los niños, niñas y adolescentes con TDAH requieren objetivos y gratificaciones a corto plazo. Por esta razón, tampoco serán capaces de guardar un secreto o de hacer promesas. Su impulsividad y la aversión a la demora hacen que rechacen todo aquello que implique esperar a lo largo del tiempo, porque les supone mucho esfuerzo y requiere de entrenamiento, reflexión y planificación, habilidades de las que no disponen. 
lapiz roto

Respuesta educativa para el Tdah en la escuela


Potencial positivo

Ministerio de educacion de España
potencial positivo
Aunque el cerebro de las personas con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), presenta algunas alteraciones que dificultan su óptimo funcionamiento en determinadas áreas, el hecho de estar sobre-estimulado puede aportarles algunas ventajas. La hiperactividad es algo más que un trastorno simple, negativo y defectuoso. Las personas con TDAH tienen un potencial latente con pinceladas de creatividad, ingenio, hiperconcentración y sensibilidad, entre otros. Ser hiperactivo es positivo si tenemos la habilidad de comprender y tratar el trastorno desde una perspectiva educativa diferente, evitando el hecho de que el alumnado con TDAH sea uno de los colectivos que suman más amonestaciones, sanciones y expulsiones en los centros educativos de nuestro país. Estos niños y niñas pueden tener éxito académico, laboral y afectivo, si previamente hemos sabido comprenderles y ayudarles con un proceso pedagógico adecuado. Por ello, las administraciones públicas educativas están desarrollando estrategias pedagógicas para formar a un profesorado que asiste desorientado a una parte del alumnado con un comportamiento caótico, desordenado e impulsivo y que puede provocar serios conflictos, no sólo en la enseñanza sino en el mismo clima de la convivencia escolar.
El profesorado debe tener en cuenta no solamente los aspectos negativos de este alumnado, sino también su lado más positivo. Estas podrían ser algunas de las características que los y las docentes deben potenciar en la enseñanza de este alumnado:
  • Hiperconcentración. El hiperfoco es una característica que experimentan en ocasiones las personas con TDAH y que se caracteriza por la capacidad de abstraerse y concentrarse en la realización de una actividad cuando es lo suficientemente atractiva o novedosa, aunque es fácil que este interés absorbente decaiga fácilmente según pase el tiempo. Esta habilidad permite que cuando se concentran en algo que les apasiona sean capaces de realizar cualquier cosa que se propongan.
  • Creatividad. Son espíritus libres y apasionados/as. En principio, éstas son cualidades positivas si se saben explotar adecuadamente. Cuando quieren algo se las ingeniarán para conseguirlo. Suficientemente motivados, el ingenio y el TDAH pueden ir de la mano. Para ser creativo hay que ser capaz de afrontar la realidad de modo desordenado. De esta forma, lo que en la escuela supone motivo de preocupación para padres y profesores, puede ser ventajoso en la resolución de problemas en la vida adulta.
  • Exceso de motricidad. En muchos casos, manifiestan ciertos talentos para el deporte, cuidando que no sean de riesgo extremo. En este ámbito pueden destacar igualmente si se encuentran lo suficientemente motivados/as. Las personas con TDAH subtipo hiperactivo-impulsivo tienen un exceso de energía, muy útil si aprenden a canalizarlo.
  • Otras características que podemos encontrar en las personas con TDAH es que siempre están dispuestas a arriesgarse y a probar cosas nuevas. Se llevan bien con niños y niñas menores y tienen habilidad para cuidarles. Son espontáneas, su ingenuidad e impulsividad les hace ser más divertidas. Son personas muy cariñosas, sinceras y siempre están dispuestos a hablar, por lo que la conversación no decaerá a su lado. Se interesan por las cosas novedosas. Cuando hacen algo que les gusta realmente se entregan con absoluta pasión y entrega y, mientras que les dura la motivación, son capaces de contagiar su intensa energía a los otros...
caracteristicas
El profesorado debe ser consciente de que estos alumnos y alumnas, lejos de suponer un obstáculo, pueden contribuir con su idiosincrasia peculiar en las aulas: sentido del humor, creatividad, sensibilidad, despreocupación infantil, ingenuidad, forma "pura" y romántica de aprender y responder al profesorado, incluso con sus extravagancias, etc.
También debemos tener en cuenta que estos niños, niñas y adolescentes no suelen tener una buena imagen en todos los años de escolarización, por lo que saben valorar cierto acercamiento comprensivo por parte del profesorado, lo que contribuirá a que aumente su autoestima y motivación.
Tener TDAH puede suponer una desventaja o una ventaja para afrontar la vida diaria: depende de la habilidad de los adultos para potenciar sus cualidades y para enseñarles las herramientas que les ayuden a mitigar sus dificultades.
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Ficha

Puede descargar la ficha "Tengo TDAH y tengo cosas buenas" desde aquí (formato PDF)
potencial positivo

Respuesta educativa para el alumno con TDAH

Ministerio de educacion cultura y cultura de España 
TDAH por estapas educativas

Características que pueden ocasionar dificultades en las diferentes etapas educativas por las que pasa el alumnado con TDAH
Educación infantil (de 0 a 5 años)
  • Les cuesta permanecer sentados y tranquilos.
  • Tienen dificultad para aguardar su turno.
  • No siguen las instrucciones.
  • Interrumpen o se inmiscuyen en las actividades ajenas.
  • Son generalmente demandantes de atención en su interacción social.
  • Pueden llegar a tener una conducta agresiva. 
  • Debido a sus características conductuales, sufren rechazo y aislamiento por parte de sus iguales.
Enseñanza Primaria (de 6 a 12 años)
  • Al no prestar atención, desoyen lo que se está explicando en clase. 
  • Responden sin pensar, sin haber terminado de escuchar la pregunta o de leer el enunciado.
  • No planean lo que van a hacer.
  • No reflexionan antes de actuar lo que hace que no piensen en las consecuencias de sus actos.
  • Sus dificultades con la memoria de trabajo impiden que aprendan de sus errores o experiencias previas.
  •  Dejan las tareas escolares sin finalizar. 
  • Les falta organización, método y hábito de estudio.
  • Su conducta y actitud puede variar, dependiendo del tipo de actividad y de las personas con las que interactúe. 
  • Funcionan mejor en situaciones novedosas, atractivas y que conlleven una gratificación inmediata. 
  • Su comportamiento puede llegar a alterar la actividad escolar de la clase. 
  • Presentan inseguridad, dependencia de los adultos y baja autoestima.
Enseñanza Secundaria Obligatoria (13 a 16)
  • No planean ni organizan sus tareas o el tiempo de estudio. 
  • Pueden tener serias dificultades en el aprendizaje.
  • Suelen carecer de autonomía, necesitando supervisión frecuente. 
  • Continúan teniendo problemas de atención e impulsividad.
  • Su conducta es irresponsable e inmadura.
  • Pueden presentar un comportamiento rebelde y desafiante, ignorando las reglas.
Formación Profesional y Bachillerato (de 16 años en adelante)
  • La hiperactividad se interioriza, permaneciendo su déficit de atención y la impulsividad.
  • A nivel conductual, las dificultades neurobiológicas propias del TDAH se unen a las características típicas de la adolescencia.
  • Inmadurez emocional, escasa autonomía, planificación y organización de las tareas insuficientes, y pobre rendimiento académico, que no se corresponde con el esfuerzo invertido.
  • Siguen siendo habituales las distracciones y los descuidos, la baja autoestima, la desmotivación, las respuestas emocionales inadecuadas y los problemas a la hora de relacionarse con los demás. Sin un tratamiento multimodal adecuado, propensión a caer, tanto en adicciones de sustancias nocivas, como en el abuso de internet, de juegos, etc. En el caso de las estudiantes son frecuentes los problemas alimentarios.
  • Frecuente fracaso, aversión por la escuela y deserción escolar.
Las dificultades de aprendizaje que presente el alumnado con TDAH se verán influidas por diversos factores, como la edad, el ambiente familiar o el del nivel de exigencia del entorno escolar. Estos factores pueden potenciar o minimizar las dificultades propias del trastorno y sus consecuencias sobre los niños, niñas y adolescentes con TDAH.
caract.etapas
En la etapa de Educación Infantil, los niños/as con altos niveles de hiperactividad e impulsividad son los que destacan y se detectan con mayor facilidad. Los problemas de atención pasan más desapercibidos por el tipo de enseñanza impartida a estas edades: dinámica participativa, con predominio del juego, con gran estimulación sensorial y menores exigencias conductuales y atencionales.
En los cursos de Educación Primaria (especialmente de 1º a 3º), las exigencias escolares se van incrementando: los alumnos y alumnas deben permanecer sentados y atentos más tiempo, con horarios más estructurados y rígidos, se les pide mayor autonomía y tendrán menor supervisión de las y los docentes. Ya no tienen tanta movilidad por el aula y los espacios de distensión se reducen al recreo y a las clases de educación física. La impulsividad y las dificultades atencionales se van incrementando por las características del entorno. Las consecuencias se traducen en un pobre rendimiento escolar y características en las y los alumnos que se interpretan como desmotivación y ausencia de interés: despistes al anotar los deberes, olvidos de útiles y materiales, dificultades con la ortografía y la caligrafía, errores de cálculo, respuestas y tareas incompletas, etc.
Con la edad, la hiperactividad tiende a interiorizarse, traduciéndose en una sensación interior de inquietud más o menos intensa que, de la misma manera, requiere de movimiento. Por el contrario, la impulsividad y la inatención persisten.
En la etapa de Educación Secundaria, es cierto que un porcentaje de las y los pacientes con TDAH a estas edades pueden llegar a controlar el trastorno (recordemos que es crónico), como resultado de la aplicación de un tratamiento multidisciplinar individualizado (terapia farmacológica -si corresponde-, psicoeducación y adaptaciones escolares) y de la óptima madurez neurológica del sistema nervioso. Sin embargo, lo más probable es que las exigencias escolares y las características propias de la adolescencia agudicen severamente los síntomas de este trastorno. Como consecuencia, es habitual el fracaso escolar e incluso el abandono de los estudios cuando los niños, niñas y adolescentes lo perciben como algo insuperable para sus capacidades.
En la Educación Secundaria se les supone ya personas adultas, con autonomía suficiente y capacidad plena de organización y responsabilidad. Conviene recordar que las personas con TDAH presentan un retraso madurativo de entre 2 y 4 años.
Este periodo educativo implica un mayor número de profesores y profesoras y de asignaturas, los temarios son densos e implican unas habilidades organizativas de las que no siempre disponen. El alto nivel de esfuerzo invertido y los pobres resultados que pueden obtener, facilitan la aparición o incremento de la frustración, desmotivación y desánimo.
Como veremos más adelante, desde el aula, podemos evitar dicho deterior escolar y personal ajustando las exigencias educativas y el entorno a las posibilidades reales e individuales que tiene el alumnado con TDAH.
A la hora de interactuar con alumnas y alumnos con TDAH debemos recordar que:
  • Son estudiantes con un retraso madurativo, es decir, un paciente con TDAH se comportará con lo haría una persona de entre 2 y 4 años menor. 
  • No son niños, niñas y adolescentes problemáticos. Son personas que tienen un trastorno.
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Ficha
Puede descargar la ficha "Características por etapas del alumnado con TDAH" desde aquí (formato PDF)