lunes, 2 de septiembre de 2013

CLINICA GALLEGA "MUSICA Y TDAH"

Música para tratar a los pacientes con trastorno de déficit de atención o hiperactividad. Esta es la innovadora propuesta del centro Attendere de A Coruña, uno de los primeros en Galicia en aplicar el método Tomatis, que consiste en la estimulación del paciente mediante sonidos musicales modificados electrónicamente. La terapia va dirigida principalmente a los afectados de TDAH, cuya sintomatología incluye desde la inatención o la impulsividad hasta la falta constante de concentración. Según la psicóloga Cinty Martínez Villar, del centro Attendere: "el oído es, junto a la vista, el sentido que procesa más información. Si tú le hablas a alguien y ya se pone muy nervioso, o reacciona de forma extraña, es que algo falla. Y no solo eso, también controla funciones como el equilibrio. Si tenemos problemas ahí eso puede manifestarse en la forma de trastornos psicomotrices" explica Martínez Villar. "El oído electrónico ayuda a recuperar lo que llamamos escucha ideal, que es la que tendríamos de no sufrir esos problemas, y así el niño puede tranquilizarse y ser más consciente de su entorno y sus acompañantes". El oído electrónico no es un remedio infalible que cure milagrosamente los trastornos, pero a pacientes hiperactivos, con falta de atención o comunicación, o incluso con casos leves de autismo, puede ayudarles a alcanzar la paz que necesitan. En primer lugar realizan la historia del paciente (un 57% de los mismos son niños de los cuales, alrededor de 8 de cada 10 son oriundos de A Coruña). Martínez Villar mantiene que "es muy importante hablar con él un buen rato y conocerlo lo suficiente, no solo intercambiar cuatro palabras y hacerse una idea vaga de lo que le puede ocurrir". Se le realiza entonces un test de escucha. Según Martínez Villar "tiene un componente que se centra en la vía auditiva y otro en la ósea, por vibraciones. Representamos cómo lo capta el paciente, y su respuesta a ello, en una gráfica doble. Si la curva ósea supera o toca a la auditiva es que algo falla". En otras palabras, si el niño percibe más información mediante las vibraciones que capta su cuerpo que con el sonido, esto puede significar un trastorno en su percepción, que pueda llegar a afectar a su conducta, derivando en falta de atención graves o problemas similares. "Cuando estimamos que podemos ayudar al paciente le sometemos al oído electrónico. Se le aplica cantos gregorianos y, sobre todo, música de Mozart, debido a que favorece el sentimiento de vitalidad y su tempo se acerca a los ritmos biológicos", mantiene Martínez Villar, antes de añadir que "estas melodías, filtradas y distorsionadas, además de acompañadas de las vibraciones oportunas, se modifican para coincidir en la curva que debería percibir el niño, y así proporcionan calma a un joven que habitualmente carece de ella, por lo que obtiene mejor percepción de todo lo que le rodea, lo que puede llegar a volverle bastante más comunicativo."

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