sábado, 29 de diciembre de 2012


Niños oposicionistas y desafiantes

trastorno negativista desafiante, oposicionista

Os paso copia de este articulo, porque en bastantes de los niños con tdah se puede asociar un trastorno negativo desafiante. 

Trastornos de la conducta. 
   El día a día con un niño que tiene trastorno negativista desafiante se convierte en una serie de interminables batallas en una guerra no declarada.Sumal comportamiento empieza cuando se despiertan, continúa en el desayuno, se intensifica cuando tienen que vestirse, y no terminan  hasta la hora de acostarse.Mi hijo no obedece, mi hijo me desafía, mi hijo se niega a hacer las cosas…..En este artículo se presentan las características y criterios para identificar y diagnosticar esta trastorno de conducta. Cual es el mejor tratamiento junto con las pautas y orientaciones que ayuden a los padres a manejar esta situación.
Los niños con TND pierden los estribos rápidamente y con frecuencia. Se molestan y frustran fácilmente ante pequeñas dificultades y se muestran resentidos y hostiles hacia los adultos y figuras de autoridad.
Culpan a los demás de sus dificultades y fracasos además de estar siempre buscando excusas y maneras de esconder su incapacidad para enfrentarse a las situaciones que les disgustan. Generalmente se encuentran de mal humor y su actitud hacia los demás niños también es negativa y en muchas ocasiones agresiva.
Para cumplir los criterios del DSM-IV-TR, deben tenerse en cuenta ciertos factores.
Primero, las conductas desafiantes deben ser lo suficientemente severas como para interferir en el funcionamiento del niño en la escuela, la casa o la comunidad.
Segundo, las conductas desafiantes no pueden explicarse mejora por la presencia de otro trastorno tal como la depresión, ansiedad o un trastorno de conducta de mayor severidad (de tal manera que entonces no sería un trastorno en sí sino parte del otro trastorno).
Tercero, las conductas problema de la niña o niño han estado sucediendo por lo menos durante seis meses.
Criterios diagnósticos
1. Un patrón de conducta negativista, hostil y desafiante que ha durado al menos seis meses, durante los cuales cuatro o más de los siguientes están presentes:
1. Pierde los estribos con frecuencia
2. Discute con adultos frecuentemente
3. Desafía activamente o rehúsa acatar las peticiones o reglas de los adultos, con frecuencia
4. A menudo deliberadamente irrita a los demás
5. A menudo culpa a otros de sus errores o mala conducta
6. Con frecuencia parece enojado y resentido
7. Con frecuencia se muestra rencoroso o vengativo
2. La alteración en la conducta causa un impedimento clínicamente significativo en su funcionamiento social, académico u ocupacional.
3. Las conductas no ocurren exclusivamente durante el curso de un trastorno psicótico o del estado de ánimo.
4. No se cumplen los criterios para trastorno disocial y, si el individuo tiene 18 años o más, los criterios no se cumplen para el trastorno de personalidad antisocial.
Nota: Considere que se cumple un criterio sólo si el comportamiento ocurre más frecuentemente de lo que es típico para individuos de una edad y nivel de desarrollo comparables.

Tratamiento
Tanto el trastorno de conducta como el Trastorno negativista desafiante ocurren dentro de un contexto familiar y por eso se debe empezar por cuidar y promover interacciones saludables entre todos el sistema de la familia.
Los padres desempeñan un rol fundamental en el tratamiento de esta problemática y va esencialmente enfocado al aprendizaje de nuevas técnicas en el manejo de la conducta y de nuevas formas de comunicación e interacción más positivas.
También, es muy común que la terapia pueda ser complementada con un trabajo individual con el niño con la intención de enseñarle las habilidades necesarias para manejar sus emociones y mejorar las interacciones con los demás. (Aprender a expresar adecuadamente la rabia, tomar en cuenta la perspectiva de los otros, valorar las consecuencias y el impacto que tienen sus actos sobre los demás etc..)
Estas dos estrategias terapéuticas son totalmente complementarias una con la otra aunque la terapia indirecta con los padres constituye el elemento fundamental, ya que son ellos mismos los responsables de poner las condiciones y luego ser capaces de mantener el cambio de su hijo.

Algunas claves para afrontar estos comportamientos.
La mayoría de los padres carecen de las herramientas para hacer frente a estos comportamientos oposicionistas y desafiantes. Así que por lo general intentan resolver el problema negociando, cediendo a sus pretensiones, o recurriendo a los gritos o amenazas.
El problema es que cuando los padres gritan, discuten o negocian, le está dando más valor y poder al desafío de su hijo.
Los niños con TND construyen sus respuestas agresivas y desafiantes en base a una falta de habilidades de resolución de problemas. Los hijos se convierten en oposicionistas cuando se enfrentan a un problema y no saben encontrar la manera de arreglarlo sin que sus emociones negativas interfieran en ello.
En la vida diaria,el problema puede ser cualquier cosa como no querer levantarse por la mañana o no querer hacer los deberes.
En ese momento,gritar al niño para que se levante de la cama no va a funcionar.
Es preferible mostrar al niño que él tiene un problema que tiene que ser resuelto y ayudarle a encontrar la solución .
Ejemplo1: “Estar tumbado en la cama después de que suene la alarma, no va a resolver su problema. Se te hace tarde y perderás el autobús. ¿Qué puedes hacer para resolver esto? ”
Ejemplo 2: “Dejar los deberes no va a resolver nada, mañana te los van a pedir y puede ser que te pongan un negativo,¿Qué puedes hacer para arreglarlo? ¿Prefieres hacerlos ahora o dentro de un rato?”
Evite las luchas de poder sin sentido.
Elija sus batallas con cuidado a su hijo y anticípese para ganar las que usted elija. Muchas veces se obtienen mejores resultados si evitamos confrontaciones con ellos ya que cuando discutimos, su resistencia se hace más fuerte. En lugar de discutir,es mejor proporcionar soluciones, establecer límites y poner las bases necesarias que faciliten su cumplimiento.
Tenga un plan para manejar la conducta de su hijo.
Cuando van de compras, ya sabe lo que puede ocurrir y puede anticiparse a ello . Es importante establecer las reglas antes de tiempo, cuando las cosas están en calma.
Por ejemplo, antes de ir al centro comercial, se le dice al niño: ” Si en allí gritas, lloras y pides cosas que sabes que no te vamos a comprar te vamos a dar 5 minutos para que te calmes. Si, después de cinco minutos, no has recuperado el control de ti mismo, entonces no vamos a dar la vuelta y regresar a casa. ”
Resulta de gran ayuda tener siempre un plan con el que contar si hace un berrinche en la tienda o si actúa de manera inapropiada en una reunión familiar. Es muy importante advertir con anterioridad de lo que estamos dispuestos a hacer y a seguir adelante con el plan hasta que el niño aprenda que con su desafío no consigue lo que quiere.
En lugar de dar órdenes directas, ofrecer alternativas de respuesta.
Obviamente las dos alternativas le tienen que conducir a hacer aquello los padres desean. Creandole la ilusión de escoger, vencemos de manera más facilmente su resistencia, ya que el niño cree que elige por si mismo o en todo caso no se le impone una condición directamente.
Crear pequeñas provocaciones.
Cuando se niegan en rotundo a realizar una actividad, también es muy útil, decirles “ ¿sabes? Me gustaria mucho que hicieras esto, pero creo que no eres capaz” Ante esto, hay pocos niños que se resistan a no actuar para defender su autoestima.

¿Cuando buscar ayuda profesional?
Al margen del cumplimiento estricto o no de los criterios diagnósticos y de estar presentes durante más de seis meses. Es conveniente buscar la ayuda de un profesional siempre que exista una gran interferencia en el funcionamiento de la vida del niño dentro del contexto de la familia o la escuela y si existe la percepción de no poder contar con los recursos necesarios para reconducir la situación.
Debe tenerse en cuenta que este tipo de problemática suele exacerbarse con el tiempo y es preferible trabajar desde la prevención antes de que el problema se haya convertido en otro mayor y de más complicada resolución.

Bernat Coll
Psicólogo Col.B-1751

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