domingo, 28 de octubre de 2012

Problemas de conducta en el niño con TDAH


Autora: Dra. Isabel Orjales Villar
Facultad de Psicología (UNED)
Fuente: Web del grupo Adultos TDAH Asturias


Los estudios epidemiológicos revelan que el Trastorno por Déficit de Atención con o sin hiperactividad se presenta en un 3 hasta un 6% de los niños en edad escolar por lo tanto, en un aula de educación primaria o secundaria podemos encontrar la razonable cifra de 1 o 2 niños con este trastorno. La sintomatología del TDAH implica dos bloques sintomatológicos básicos: el déficit de atención y la conducta hiperactiva e impulsiva. La presencia de uno de estos bloques de síntomas o de ambos al mismo tiempo da lugar a los tres subtipos reconocidos en el DSM-IV TR: el TDAH subtipo “predominio déficit de atención”, el subtipo “predominio hiperactivo-impulsivo” y el subtipo combinado.

A pesar de la existencia de estos tres grupos, no debemos olvidar que la hiperactividad, la impulsividad y la falta de atención como síntomas pueden manifestarse con una intensidad que se sitúa en un continuo desde la normalidad hasta alteraciones muy patológicas. El Trastorno por Déficit de Atención (TDAH) sólo se reconocería como tal cuando los síntomas superan lo esperado para la edad cronológica del niño, su nivel madurativo y la educación recibida; cuando tienen un carácter crónico (algunos de los síntomas se presentan antes de los 7 años); se manifiestan en más de un entorno y crean serias dificultades en su adaptación, familiar, social, escolar o laboral.

El diagnostico de TDAH exigen una evaluación multidisciplinar con exhaustivo diagnóstico diferencial que permita descartar que la sintomatología presente en el niño, aún cuando resulte desadaptativa, pueda explicarse mejor por la presencia de un trastorno del desarrollo, trastornos del estado de ánimo u otras patologías.

Por lo tanto en el aula podemos encontrar varios tipos de niños y niñas que presentan TDAH en estado “puro” o conjuntamente con otros cuadros diagnósticos. Entre los primeros podríamos distinguir niños muy diferentes:

1. Niños o niñas que manifiestan una conducta predominantemente inatenta (Trastorno subtipo “predominio déficit de atención”). Estos niños sólo presenta déficit de atención y dificultades de organización. En este grupo podríamos observar niños con perfiles comportamentales diferentes:

a. Aquellos que muestran déficit de atención pero que nunca han mostrado hiperactividad ni impulsividad. Es más, niños que se caracterizan por su lentitud e hipoactividad.

b. Aquellos que muestran déficit de atención significativo y rasgos de hiperactividad e impulsividad leves bien porque nunca hayan presentado éstos síntomas de forma acusada o bien porque esta sintomatología ha remitido con la maduración como suele suceder en muchos adolescentes.

2. Niños o niñas que manifiestan una conducta predominantemente hiperactiva e impulsiva (Trastorno subtipio “hiperactivo-impulsivo”). También en este grupo podríamos distinguir:
a. Niños que nunca han mostrado déficit de atención.
b. Niños que pudiendo tener déficit de atención, pasan desapercibidos porque compensan las dificultades que podría acarrear su déficit de atención con una capacidad intelectual.
c. Niños que se encuentran en los primeros cursos escolares y su déficit de atención no resulta significativo para la exigencia escolar del momento como sucede con frecuencia en Educación infantil o primer ciclo de primaria.
d. Niños que realizan un gran esfuerzo para adaptarse al entorno, temen el fracaso pero luchan para no defraudar a los que le rodean.

3. Niños que manifiestan los dos grupos de síntomas (Trastorno del subtipo combinado): déficit de atención e hiperactividad e impulsividad.

Una de las dificultades del TDAH es que con una frecuencia muy elevada se presenta comórbido con otros trastornos. Por lo tanto es fácil que algunos de los niños anteriores presenten además el siguiente perfil:

- Niños con TDAH y Trastorno Negativista Desafiante (niños con conducta claramente oposicionista).

- Niños con TDAH y conductas agresivas entre los que podríamos diferenciar: a) aquellos que manifiestan una conducta agresiva proactiva (planificada, deliberada y dirigida a obtener un beneficio) y (b) niños con agresividad reactiva (conductas agresivas defensivas, de carácter más impulsivo que se producen como una respuesta desmedida a lo que el niño interpreta como una provocación o un ataque). Los niños con TDAH presentan más frecuentemente éste último tipo.

- Niños con TDAH y otros diagnósticos asociados como Dificultades de Aprendizaje (Trastorno del cálculo, Trastorno de la Escritura, Trastorno de la Lectura) y/o Trastorno de la Coordinación.

- Niños con TDAH que presentan Trastornos del estado de ánimo (depresión y/o ansiedad).

Para el abordaje del control comportamental de estos niños en el aula debemos tener en cuenta, en el grado de desaptación que presenta un niño influye por un lado: la gravedad del la disfunción neurológica de fondo, la comorbilidad con otros trastornos y el grado en el que la educación recibida pueda influir en la moderación de los síntomas (la acción del colegio como
del entorno familiar).

Por este motivo, el TDAH es uno de los trastornos más sensibles a la acción educativa del entorno. En esta comunicación enfocaremos el problema del control de la conducta en el aula.

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