viernes, 3 de febrero de 2012

"Los padres de niños con TDAH nos llegan con una mochila de responsabilidad y culpa"


FARODEVIGO

Hasta un 10% de los escolares padecen problemas de atención e hiperactividad






La psicóloga Carmen Somoza, que encabeza el equipo de terapeutas del programa.  // Rafa Vázquez
La psicóloga Carmen Somoza, que encabeza el equipo de terapeutas del programa. // Rafa Vázquez 
S. REGUEIRA - PONTEVEDRA Al menos el 20% de las consultas psiquiátricas se deben al Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad, que se estima que afecta a entre el 5 y el 10% de los niños y adolescentes y es tres veces más frecuente en varones que en mujeres. Distracciones de moderadas a graves, conductas impulsivas o inestabilidad emocional son frecuentes en este déficit al que se dedica el nuevo programa que pone en marcha la Concellería de Educación en colaboración con la Federación de Asociacións de Nais e Pais de Pontevedra. La nueva edición arranca esta semana y permite que cada plaza, con un coste mensual de 110 euros, sea más asequible para las familias, que abonan 35 euros.

—¿A qué se llama Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad (TDA-TDAH)?

—Es un déficit que puede estar debido a una base genética pero también tener alguna fundamentación ambiental. ¿Cómo se detecta? En los niños aparece demasiado movimiento, distracción, impulsividad, en ellos hay falta de atención y de concentración, todo ello debido a algo fisiológico o al entorno que rodea al niño, esto hace que los niños tengan muchas veces poca autoestima y lo pasen bastante mal. El Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad cada día aparece más en los niños y les crea muchas veces fracaso o inseguridad afectiva.

—¿Se suele manifestar en forma de fracaso escolar?

—Frecuentemente, aunque hay varias vertientes del TDAH, por ejemplo están los niños que no se concentran, los que tienen demasiada actividad e incluso, que es lo más frecuente, cuando se dan los dos aspectos combinadas, la falta de concentración y la hiperactividad. Nosotros intentamos tratar un poco las dos fases.

—¿Cómo evoluciona el trastorno a medida que el niño cumple años? ¿Remite por completo en la adolescencia?

—No, incluso hay adultos con este trastorno. Lo que sucede es que hoy en día, por nuestro estilo de vida, es mucho más evidente que antes. Un niño antes estaba mucho tiempo en la calle, gastaba muchísima adrenalina, y actualmente la vida de los niños está mucho más controlada, incluso a los adultos nos pasa un poco lo mismo, tienen que estar mucho más tiempo en el colegio y por todo ello se detecta antes. Hay niños en los que el trastorno es una fase y no pasa de ahí y luego hay otros que lo mantienen en la adolescencia e incluso en la edad adulta.

—Coordina un programa público para tratar a este tipo de niños ¿qué terapias aplican?

—El programa incluye una parte que es la terapia cognitiva donde se trata la atención, la concentración o posibles situaciones dentro del aula, y luego tenemos la psicomotricidad, que es la parte del movimiento y que también es muy por importante que estos niños aprendan a canalizar. Acuden una vez a la semana a cada una de las terapias y después un taller de padres una vez al mes, nos reunimos con los orientadores a lo largo del curso y el año pasado empezamos a reunirnos con todos y cada uno de los tutores en el colegio de los niños que pertenecen al programa.

—¿Qué experiencias les relatan los padres?

—Es muy significativo que cuando llegan al programa la mayoría de los padres trae consigo una mochila con muchas cargas de responsabilidad, culpabilidad, desconocimiento, y según va avanzando el programa los ves, y además así lo refleja su cara, como van comprobando que esto tiene solución, que van adquiriendo herramientas para poder solucionar problemas, comparten situaciones y se muestran muy contentos con el programa.

—¿Hay un sobrediagnóstico de los síndromes que afectan a los niños?

—Nosotros no diagnosticamos. Llevamos en contacto desde marzo de 2010 con los orientadores de los centros públicos de Pontevedra, ellos si detectan casos, nos ponen en contacto con las familias, nosotros hacemos una relación y se reciben los niños que se incorporan al programa pero nosotros no hacemos ningún tipo de diagnóstico porque hay niños que si están diagnosticados con TDAH, incluso están medicados, y hay otros que son falsos diagnósticos o que solo presentan los síntomas.

—¿Qué opinión le merece el tratamiento farmacológico del déficit de atención y la hiperactividad?

—Creo que en ese campo lo mejor es que opinen los psiquiatras, nosotros la terapia que llevamos a cabo en este programa si que podemos decir que es complementaria de los fármacos, nosotros ni recetamos ni retiramos medicación.

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